25/12/11

The Only Exception

Sé que me he vuelto una pastelosa, yo que era reacia al amor, que me hacía la dura, que nunca enviaba mensajes cargados de amor a mis amantes, al menos no tan cargados como los de ahora.
Yo que nunca ponía mensajitos estúpidos allá por dónde iba, yo que nunca escribía en un papel sus nombres junto a el mío.
Que estupidez. Todo lo veía una estupidez, un sin sentido, una sobrecarga de palabras que probablemente terminarían perdiendo su sentido.
Tenía miedo a la palabra amor.
Pero todo ello ha cambiado gracias a ti.
Las cosas no son tan estúpidas, las palabras tienen mucho sentido y por más que repita todo lo que siento y lo que quisiera hacer contigo siguen teniendo la misma fuerza que en un principio.
Este es un amor distinto a lo que mi corazón a vivido en otros momentos, porque es algo más que un típico amor adolescente, juvenil, mucho más de lo que pudiera haber imaginado, es algo más maduro, es un camino que he empezado con la persona que más he amado en toda y mi vida y sé que no se termina, que no se apaga, que nuestra llama crecerá y crecerá, quiero quemarme, quiero arder, seguir subiendo, quiero ser una pastelosa, quiero que me ames, que tu amor inunde mi corazón como si fuese una avalancha, una avalancha de sentimientos que tengo cada vez que me roza tu cuerpo.
Es totalmente distinto.
Eres totalmente distinto.
Eres la única excepción, mi corazón eligió que por ti merece la pena ser una de esas chicas tan pastelosas y no me arrepiento de ser de ese club, porque hasta que no lo sientes, no salen de tu boca, de cada uno de tus poros tanto dulzor, no sabes lo que es realmente el amor.

Te amo : D


16/5/11

Andrea



Hoy quiero trasladarme al patio del recreo, y lo que mejor puedo ver es a mí corriendo tras otras niñas y  en especial, tras Andrea.
Lo cierto es que de pequeña no era ni popular ni muy querida entre mis compañeras, pero tenía algunas amigas que valían ( y valen) su peso en oro.

Ya hablé de otras amigas, pero de esta nunca. La razón, aunque me ha llevado mis años descubrirla, la entenderéis enseguida:

Como cualquier niña intentaba hacer amigos, el problema era que las niñas de mi clase o se conocían o digamos que "desconfiaban" de las demás. Eso les hacía caer en la crueldad de los crios.
Poco a poco, haciéndome camino y con ayuda de buenas samaritanas conseguí alguna que otra amistad.
El caso es que Andrea y yo nos entendíamos muy bien. Era muy divertida, las horas se me pasaban volando junto a ella, incluso íbamos al mismo grupo de Montañeros, por lo que pasamos varias acampadas juntas.
Era una niña muy dulce, amable, cariñosa...
Al ser aún pequeñas, a mi me dejaban salir muy poco y cerca de dónde vivía. Así que en verano no la veía de no ser por algún campamento, pero a la vuelta del curso, ella siempre tenía una sonrisa esperando por mi.
El año que pasamos de Primaria a Secundaria todo cambió. Dejó de hablarme repentinamente. No más acampadas, ni sonrisas, ni bromas, ni juegos ni nada.
Por lo visto eso que decían mis padres que era un gran cambio no lo noté en las asignaturas, si no en la gente.
Muchos compañeros con los que me llevaba bien me dieron la espalda, era como si hubiesen hecho alguna especie de pacto para dejarme fuera, a mí y mis amigas, y ahí fue cuando empezó la pesadilla...

De todas maneras al principio pensaba que estaba cabreada por que no nos dejaban en paz, nos acosaban, nos maltrataban y a Andrea le tenía muchísimo más coraje que a otros y tras casi 8 años he llegado a entender que no era realmente cabreo ni frustración, era tristeza, tras tanto tiempo junto a ella y de la noche a la mañana como si nunca hubiéramos estado jugando juntas.


Todavía conservo alguna cartita suya guardada con el resto de las de mis amigas. Cada vez que veo su letra pequeña, redonda e infantil,no puedo evitar recordarla como era.

Espero que algún día me diga por qué.

27/7/10

Vistazo atrás


Releyendo entradas ya publicadas en este blog veo una marabunta de bazofia, muchas inconcluencias, tonterías, sentimientos rápidos y demasiado lagrimeo, pero nada realmente bueno. Ahora mismo todo me parece basura.
No hay nada de inquietudes importantes y pocas cosas q valgan la pena.

Tal vez en aquellos momentos fueran importantes o tuviesen sentido, pero la única conclusión es que soy o era una niñata, las preocupaciones aquí plasmadas son absurdas y estúpidas.

Mirando hacia otros lados veo mucha más vida, más proyecciones de sueños, veo decisión, coraje, veo que cada cual tiene algo q lo llena por completo, veo un futuro proyectado hacia alguna meta.

Procuro consolarme pensando que es algo normal que el tiempo me pondrá en mi lugar, pero n me gusta esa pasividad, quisiera  saber que voy hacer, que es lo que me gustaría, y no estar tontamente a la deriva.

Algunos diréis que soy joven para preocuparme que ya iré encontrando el “camino” pero me siento como una tonta al ver que la mayoría saben a dónde van y yo no, que ven planes nuevos, grandes proyectos, se ven viviendo en otro lugar…



Creo que me estoy quedando atrás.

4/7/10

7 de la mañana



Mientras escribo esto, son las 7:15 de la mañana. Me he pasado la noche en vela sin moverme de mi silla. He estado desde las 3 o las 4 de la tarde sin parar de estudiar, hasta ahora, asi que perdonad si cometo faltas graves.

Mis padres se estan preparando para comenzar el nuevo día, yo, me preparo un café bien cargado para empalmar.

¿Quién dijo que la vida de estudiante era fácil?

A pesar de las horas de estudio, es una época muy buena, acabo de comenzarla sí, pero creo en que todo tiene su recompensa, y si para ello me tengo que pasar toda esta semana sin dormir que así sea.

Mi verano me espera...

En fin me tomaré ese café y mientras llega la hora del exámen (9:30), tendré que repasar un poco más.

Ya falta poco...

30/6/10

Olvido

Hay veces que siento como empiezo a formar parte del olvido, siento que un manto de invisibilidad me envuelve y nadie puede verme, es como si nunca hubiese estado en este mundo, como si todo lo que he hecho, he sentido o convivido, nunca hubiese existido, como si fuera parte de una pesadilla en la mente de otros.


Todo se nubla, incluso yo comienzo a olvidar, no recuerdo sentimientos o momentos felices, pero todo lo malo se queda en mí como un residuo, me convierto en un despojo de mi misma.

De repente el teléfono suena, todo vuelve a cobrar color de golpe, otra vez las típicas llamadas de vendedores.

A pesar de que vuelvo a la realidad, esa sensación de olvido se queda en mí y me angustio al pensar que tal vez esté olvidando realmente o que me estén olvidando.

El caso es que tras pasar ese lapsus todo vuelve a “la normalidad”, la música suave de fondo, los apuntes subrayados en amarillo y muchas horas por delante de estudio.

Pero eso se queda ahí, que estupidez.

9/6/10

Un mal día


Todo empieza con acelerones y frenazos. El mundo da vueltas, se precipita. Los ojos no se terminan de despegar y una vez que estos deciden abrirse y adaptarse a la luz del sol, notas el gaznate caliente y la boca seca. Entonces caes en la cuenta de que hay demasiado luz para ser tan temprano, y no es que haya demasiada luz para ser tan tempranos, sino que esa luz es la correcta pues lo único que ocurre es que ya es tarde. MUY TARDE.
Con el estómago vacío sin probar bocado y el mundo tambaleándose ante ti corres como una jodida perra para intentar llegar aun no más tarde.
Pero lo peor aún no ha llegado, estabas tan absorta en despertar tus sentidos que, a pesar de lo increíble que parezca recuerdas que había mucha luz, pero ¡está lloviendo! y para más inri no tienes otro medio de transporte rápido y eficaz que tu bici.
Llegas a tu destino entre empapada de agua y sudor pero al llegar te da cuenta de que sí, era muy muy tarde. Vuelves a tu casa pero esta vez sin lluvia, ¿una broma cruel del destino? ni puta idea, pero sea quien sea quien controle el universo, hoy se divirtió conmigo, mejor dicho, de mí.
¿Creéis que la tortura terminó? Pues no. Llegas a casa te cambias y vas a la cocina dónde encuentras a tu perra enferma. Lo mejor de todo es que como tenía el estómago vacío no me daban arcadas al recoger lo que la pobre había tenido que desalojar por la garganta. Y siguió desalojando durante el resto del día, solo que ya sentía pena por ella.
Pues bien, cuando me dispongo a comer, caliento la comida en la hornilla me despisto un par de minutos y comida quemada. Total me tengo que preparar un arroz cutre, con mi TORPEZA se me cae el arroz, mancho la vitro, derramo yogurt líquido por el suelo y mi madre llega y se cabrea. Obviamente termino recogiéndolo todo.
El resto del día estudiando y luego pude despejarme un rato con una amiga a la que le digo GRACIAS, y cuando llego a mi casa me relajo, tomo mi valeriana y ya creo que no puede pasarme nada me cargo el cristal de la mesa del salón tan estúpidamente como que se me resbala un plato, cae sobre la mesa y se parte.
Ah! Y un dolor perenne de cabeza, sí, todo el puñetero día.
Y aquí me tenéis echando rayos por la boca. Ya veis un mal día lo tiene cualquiera, y no veas como jode. Solo espero que el Karma se porte y me deje respirar.

                                                

7/6/10

Fuego



Todo comienza con un roce. Una chispa. Ambos cuerpos chocan entre ellos provocando esas pequeñas luces tan brillantes.

Cada vez aparecen con mayor frecuencia, ambos siguen y siguen chocando.

Aquellas chispas se convierten en un pequeño fuego que va tomando tamaño a la par que toma el aire que lo alimenta.

Ese fuego baila mientras quema, calienta y alumbra a ambos; los envuelve en una danza tan hipnotizante como embriagadora.

Pero como todo fuego, poco a poco, termina consumiéndose.

Uno o ambos cuerpos terminan por agotarse y convertirse en ascuas, dónde los últimos restos de calor acaban por desprenderse.

Por último, solo quedan las cenizas, frías y grises, los últimos resquicios de que una vez ardió un fuego con pasión.

Tarde o temprano, todo acaba apagándose.

25/5/10

Mi lugar



Solo tienes que cerrar los ojos para sentir el flujo de la vida al rededor, las suaves brisas, el olor a hierba silvestre, el susurro de las hojas moviéndose, el arruyo de un río, los pájaros y los grillos, el tibio calor del atardecer... Dejas que el lugar te envuelva, sacie tu sed y te haga crecer, un lugar de seguridad.
En momentos así es fácil sentirse feliz, no hay preocupaciones, agobios ni obsesiones, todo toma un cariz de colores anaranjados y verdosos. Con solo respirar en ese lugar toda la basura se va, y la calma apacigua nuestra tempestad.
Por ello cada vez que me alejo de ese lugar no puedo evitar volverlo a echar de menos, no puedo evitar pensar que allí está, y a cada paso vuelven las sombras y los colores grisáceos.
En los brazos de mi lugar nunca hay malos pensamientos, nunca me siento mal y fuera de él me hecho a temblar pensando que algún día se quemará, pasará a pertenecer a las llamas y tendré que emigrar.
Tal vez mi lugar no sea para siempre, tal vez sea pasajero, tal vez a lo largo del camino encuentre más, y por muy bien que me sienta en este, tal vez sea bueno que no me aferre a él, será mejor prepararse para el incendio antes de quemarme con él. Aun así, por ahora, no deseo dejar marchar a mi lugar.

9/5/10

Nunca


Nunca me ha gustado que me presionen, nunca me ha gustado que hagan chantaje emocional, nunca me ha gustado que me agobien, nunca me ha gustado ser una propiedad, nunca me ha gustado que me aten, nunca me ha gustado que me digan lo que he de hacer, nunca me ha gustado que me digan sobre lo que he de escribir, nunca me ha gustado que me controlen, nunca me ha gustado sentirme culpable por querer estar con mis amigos, nunca me ha gustado ir tan rápido.


Puede que tenga ciertos sentimientos que me hagan confundirme, pero todas estas razones son una especie de principios y he de decir que de todas las cosas que no me han gustado nunca y no me seguirán gustando, lo que nunca me ha gustado de verdad es que vayan en contra de mis principios y me hagan sentir mal...


Por ahí no voy a pasar.

21/4/10

La carga

Al salir de la ducha y envolverse el cuerpo con la toalla, retiró con la mano el vaho que empañaba el espejo. Ahí estaba, otra vez, ese reflejo, esa cara con la que tenía que cargar día a día. Estaba sola frente a sí misma y siempre veía lo mismo, decepción. Un rostro con el que nunca hubiese querido nacer.
Tocaba su reflejo pensando en cómo sería si fuese distinta, en que pasaría si no llevase esa carga encima.
Solo tenía su personalidad, de la cual no estaba segura, y al solo tener eso su corazón le pesaba cada vez más, su cuerpo se rechazaba a sí mismo por ver tal imagen.
Todos le dicen "eres guapa", "eres mona", ¡mentiras! Ella sabía la verdad y los demás también, pero ocultan la realidad para agradar y eso le duele más.

Encoje su mano en un puño lleno de frustración, decidida a romper aquello que ve y antes de que su mano entre en contacto con su yo frío, se para en seco, aparta la mirada y con los ojos cerrados exhala su aliento cálido para tapar la cara del espejo.

Sabe que eso no cambiaría nada, pero prefiere ser un borrón ante el espejo y tapar su cara.

Y así, todas las mañanas.