9/6/10

Un mal día


Todo empieza con acelerones y frenazos. El mundo da vueltas, se precipita. Los ojos no se terminan de despegar y una vez que estos deciden abrirse y adaptarse a la luz del sol, notas el gaznate caliente y la boca seca. Entonces caes en la cuenta de que hay demasiado luz para ser tan temprano, y no es que haya demasiada luz para ser tan tempranos, sino que esa luz es la correcta pues lo único que ocurre es que ya es tarde. MUY TARDE.
Con el estómago vacío sin probar bocado y el mundo tambaleándose ante ti corres como una jodida perra para intentar llegar aun no más tarde.
Pero lo peor aún no ha llegado, estabas tan absorta en despertar tus sentidos que, a pesar de lo increíble que parezca recuerdas que había mucha luz, pero ¡está lloviendo! y para más inri no tienes otro medio de transporte rápido y eficaz que tu bici.
Llegas a tu destino entre empapada de agua y sudor pero al llegar te da cuenta de que sí, era muy muy tarde. Vuelves a tu casa pero esta vez sin lluvia, ¿una broma cruel del destino? ni puta idea, pero sea quien sea quien controle el universo, hoy se divirtió conmigo, mejor dicho, de mí.
¿Creéis que la tortura terminó? Pues no. Llegas a casa te cambias y vas a la cocina dónde encuentras a tu perra enferma. Lo mejor de todo es que como tenía el estómago vacío no me daban arcadas al recoger lo que la pobre había tenido que desalojar por la garganta. Y siguió desalojando durante el resto del día, solo que ya sentía pena por ella.
Pues bien, cuando me dispongo a comer, caliento la comida en la hornilla me despisto un par de minutos y comida quemada. Total me tengo que preparar un arroz cutre, con mi TORPEZA se me cae el arroz, mancho la vitro, derramo yogurt líquido por el suelo y mi madre llega y se cabrea. Obviamente termino recogiéndolo todo.
El resto del día estudiando y luego pude despejarme un rato con una amiga a la que le digo GRACIAS, y cuando llego a mi casa me relajo, tomo mi valeriana y ya creo que no puede pasarme nada me cargo el cristal de la mesa del salón tan estúpidamente como que se me resbala un plato, cae sobre la mesa y se parte.
Ah! Y un dolor perenne de cabeza, sí, todo el puñetero día.
Y aquí me tenéis echando rayos por la boca. Ya veis un mal día lo tiene cualquiera, y no veas como jode. Solo espero que el Karma se porte y me deje respirar.

                                                

1 comentario:

  1. ¡Halaaaaa! ¡Mujé, cuando esto pase, llama a tus amigas que pa' eso nos tienes! Que a nosotros por muy mal día que haga, no nos puedes romper, quemar ni nada de eso haha.
    Naah :) Que un mal día lo tiene cualquiera, de esos días de perros que piensas "para qué leñes me he levantado yo hoy"... Pero es uno, hoy es otro día y mañana será otro!
    Creo que necesitas un respiro.
    Te loviu.

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