Hay veces que siento como empiezo a formar parte del olvido, siento que un manto de invisibilidad me envuelve y nadie puede verme, es como si nunca hubiese estado en este mundo, como si todo lo que he hecho, he sentido o convivido, nunca hubiese existido, como si fuera parte de una pesadilla en la mente de otros.
Todo se nubla, incluso yo comienzo a olvidar, no recuerdo sentimientos o momentos felices, pero todo lo malo se queda en mí como un residuo, me convierto en un despojo de mi misma.
De repente el teléfono suena, todo vuelve a cobrar color de golpe, otra vez las típicas llamadas de vendedores.
A pesar de que vuelvo a la realidad, esa sensación de olvido se queda en mí y me angustio al pensar que tal vez esté olvidando realmente o que me estén olvidando.
El caso es que tras pasar ese lapsus todo vuelve a “la normalidad”, la música suave de fondo, los apuntes subrayados en amarillo y muchas horas por delante de estudio.
Pero eso se queda ahí, que estupidez.
Yo no te olvido :)
ResponderEliminarY creo que nadie puede.
Eres demasiado diferente, especial y única.
¿quien es capaz de olvidarse de ti? dejas una huella muy muy profunda en quien te conoce, mucho más profunda de lo que crees.
ResponderEliminarÁnimo y muchos besos rubita, a ver si algún día de estos nos escapamos por ahí, =)