19/10/07

Sentimientos que no se van, otros que nacen


Aquella mañana, al levantarme, mis ojos rojos e inchados, empezaban a vislumbrar la timida luz que en mi cuarto se colaba. Esta, poco a poco empezo a iluminar aquellas cuatro paredes, matizadas de todos tus recuerdos que aun podía respirar, en ese ambiente ahogado y apagado.



Los rayos escalaban por las sabanas hasta llegar a llenar de luz a un cuerpo, encojido y dolido, con el alma partida en dos. Y poco a poco la almoada empezo a recibir calor, al igual que mi rostro apoyado sobre ella. Como una pluma, me eleve suavemente para sentarme entre mis sueños rotos y tus promesas incumplidas. Mi almoada teñida de negro por mis lágrimas, era el último resto de tu adios. Aquel oso naranja, al que siempre me he aferrado asustada, como la ñiña que soy, en esta noche larga y desoladora, me fue testigo de lugúbres pensamientos, de mi imcomprensión, de mi desconcierto, y sobretododo de mi desesperanza.

El tiempo pasa lentamente y siento que esta herida nunca se irá, pero no dejará que sea dañada más por ti, aunque tus dulces labios envenenados de tu ente, me hagan estremecer hasta el más mínimo escondrijo que aun repite tu nombre.
Se que no debo recordarte, pero no puedo olvidarte, se que no debo mirarte, pero mis ojos buscan esa luz de la que ahora carecen, se que no debo aproximarme, pero mi corazón no entiende que no quieras estar conmigo...Y así han pasado los días, con tus recuerdos atacandome, con tu voz llamandome, en el sueño que me arrebatas. Juro que lo intento, se que lo intento...

Aun así, siento que nada esta como debería. Que todo lo que hice, de nada sirvió. Sacrificios, promesas, ideas desechas, viajes sin empezar, dolor causado. Cuando miro, y recuerdo, veo que ahora no mereció la pena hacer nada. Si tu no te ubieses cruzado, yo ahora no estaría así. Que nunca me merecistes y que me has perdido, que asborrado nuestro futuro, que siempre fui tu pelele y no quise saberlo.

No mereció la pena, que dañase a quien no se lo merecia, a algunos más que otros, y aun no se como ha sido capaz de ,supongo, perdonar de lo que en su día le hice sentir. Dicen que la gente no cambia, espero que no sea así, porque quiero ser tan fuerte pore dentro, como parezco por fuera, quiero darme cuenta de lo que realmente merece la pena, quiero olvidarme de las cosas malas y solo recordar lo bueno, quiero poder acercarme a alguien sin llegar a hacerle daño, quiero....quiero dejar de ser una niña con ansias de mi ego.



Quiero hacer feliz a la gente....Quiero dejarte atrás






1 comentario:

  1. Precioso escrito, cariño...
    Pero creo que eres humana, que los sentimientos y la debilidad por ello es algo que nos sigue... Y nos alcanza. Podemos cambiar si realmente queremos, pero nunca del todo.
    A mi me basta tu sonrisa para hacerme feliz;)
    Besos, te quiero!
    (Es normal que los recuerdos te eprsigan... Aunque huyas, no te djearan en paz. Es algo que aprendí hace un par de años...)

    ResponderEliminar

Gracias!