Cambios

Cuando miro alrrededor me invade una tristeza tan inmensa como es el mar, y sabes por qué, es porque sé que por mucho que mire no te voy a poder encontrar.

Me siento sola en medio de una marabunta de gente. Antes eras tú el que me hacia andar, el que me guiaba y me cojía entre sus brazos cuando no podia más. Y ahora, qué se supone que debo hacer, cómo demonios voy a poder avanzar.

Al acostarme siento el alma vacía y mi cama fría. Mis recuerdos me transportan a otras noches en los que tu me abrazabas y no habia necesidad de mantas, solo tú y yo, nada más.

Hay veces que creo que en cualquier momento aparecerás tras mi espalda, incluso noto como llega tu energía antes que tus dedos me lleguen a tocar, pero nunca llego a sentir el calor que transmitias a mi corazón porque siempre me engaño mirando y me desengaño cuando veo que no estas.

En ocasiones parezco ser tan dura como una piedra, pero esa dureza no es porque no me importe nada y menos que no me importes tú, no quiero ser cruel, tan solo es porque te has llevado todos mis sentimientos contigo.

No sé si estarás igual que yo, pero es siento un dolor que aplasta mi corazón, es un yunque que oprime mi pecho y no me deja apenas respirar y ¿sabes porque aun siento que sigo con vida? porque noto que ese aire sale y entra de mi pulmón como una pequeña dosis que me mantiene viva y me hace ser consciente de que no volverás. El dolor me hace despertar.

Ya te lo dije y te lo volveré a repetir, eres TÚ y no cualquiera, TÚ, del único que me he podido enamorar.

Sigo buscándote entre la marabunta de gente aunque sé que ya no volverás a por mí. Y ahora aquí sola me dejo caer al suelo, le imploro a esos sentimientos que se fueron contigo que te hagan regresar, aunque en el fondo sé que no pasará, no va ha pasar.

Me quedaré aqui, tirada en el suelo esperándote, esperando que un día mi alma recupere la calidez que tú le sabias dar.