El mar está revuelto. Sus olas chocan entre si, creando una danza hipnotizante de la que, sin saber como, te sientes parte. Tu vida es como esa danza, donde las olas son ciclos de vida, problemas, discusiones, amores, familia...Todo lo que te rodea esta ahí.
Hundes tus manos en la fina y clara arena, aunque es de noche y no se vea bien, sabes q es de color claro, al igual que muchas cosas en tu vida. La calor te sofoca y sigues jugando con la arena porque es dibertido, porque aunque hallas crecido, aun tienes a ese niño pequeño dentro de ti.
Todo esta desierto, pero las olas siguen danzando. Sabes que no puedes pasarte la vida ahí sentado, que tienes que arriesgarte y aunque sea peligroso o duela el futuro incierto, sabes que no podrás estar escondiéndote ¿cierto?.
Te pones en pie y avanzas hacia la orilla. Te desprendes de tu ropa, porque sabes que es innecesaria, que en el viaje que has decidido emprender lo material es prescindible, solo con tu unión y armonía entre corazón y mente, mente y corazón, solo con ello, seguirás a delante sin necesidad de nada más.
El camino es doloroso y difícil, no todo está masticado y prácticamente echo. Pero si nos asustamos y nos echamos para atrás, de nada servirá lo que ya hemos recorrido. No hay que tenerle miedo a lo que venga, si no respeto. En los momentos más difíciles es cuando te das cuenta de que hay que luchar y no venirse abajo. No te acobardes puesto que la vida se vive solo una vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!